Por Alma López
Por medio de la plataforma de Microsoft Teams, estudiantes y colaboradores de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ) tuvieron la oportunidad de conocer más respecto a los Trastornos del Espectro Autista (TEA).
La charla se denominó Hablemos del autismo, una mirada dentro del espectro y la encargada de compartir este tema fue Julieta Jáquez, encargada del centro Ka’ré, Espacio de Desarrollo Integral.
La ponencia comenzó con la frase “el autismo es una manera especial en la que algunas personas ven y experimentan el mundo”, que es la manera de comprender y entender este trastorno.
El autismo es multifactorial y no se conoce una causa certera de qué lo ocasiona, por lo que existen hipótesis.
Las causas pueden ser múltiples, desde factores genéticos, dado que el genoma humano tiene unos 20 000 genes y en los últimos cinco años los científicos han identificado una serie de cambios genéticos raros derivados en mutaciones asociadas con el autismo. La investigación ha identificado más de 100 genes de riesgo de autismo.
También existen factores ambientales, además de factores genéticos; los genes cambian a lo largo del tiempo, de acuerdo con el contexto social que vivimos, y esto llegará a nuestros hijos.
“Antes no existía tanta información. Aun ahora hacen falta investigaciones y la atención con neurólogos en Ciudad Juárez tiene en ocasiones larga espera, pero es importante acceder a la información. Ahora, incluso, se diagnostica a personas adultas”, compartió la encargada del centro Ka’ré.
Sin embargo, hay signos que pueden ser tomados en cuenta, pues existen parámetros en la infancia que permiten monitorear actividades en los infantes para detectar cambios.
Un ejemplo es la dificultad para gestionar emociones, no mostrar expresiones, habla inusual o no expresarse por medio de palabras, falta de interés o rango restringido de actividades.
También es cierto que muchos experimentan fortalezas, como memoria nítida, talentos musicales y habilidades en campos de la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, por lo que hay que apoyarlos.
La ponente invitó a tomar en cuenta lo anterior y “en cuanto veamos que algo está pasando o es diferente, consultar, preguntar y acercarse también a realizar un diagnóstico, pues entre más pronto se atienda siempre será mejor su acompañamiento y desarrollo”.
Las personas con autismo pueden acompañar este trastorno con algunas otras condiciones físicas y médicas; por ello, es importante que sea validado mediante pruebas científicas y que quien aplique este esquema sea un especialista, incluyendo pediatras del desarrollo, neurólogos, psicólogos y psiquiatras para niños con especialidad en este diagnóstico.
Contar con estas herramientas permitirá identificar los grados de severidad y brindar ayuda adecuada, de acuerdo con el grado, en un nivel 1 necesitando ayuda y en el grado 3, ayuda muy notable.
“Los niños con autismo se encuentran sobreestimulados todo el tiempo y tienen distorsionada la percepción; por eso la hipersensibilidad a la luz o al tacto. Muchas veces nos sentimos diferentes con las otras personas y no entendemos por qué hasta que tenemos un diagnóstico”, concluyó Julieta Jáquez.
Propiciar una comunidad incluyente llama a prepararse y entender que todos conformamos una sociedad donde podemos ser partícipes.
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