Por Alma López
Por medio de talleres diseñados por docentes del Programa de Ingeniería Ambiental del Instituto de Ingeniería y Tecnología (IIT), apuestan todo su talento y conocimiento a las nuevas generaciones.
La iniciativa del Fondo Frontera 2025 es un programa de colaboración ambiental entre México y Estados Unidos para la región fronteriza, que bajo concurso la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ) obtuvo el apoyo para desarrollar este proyecto.
Se trata de educación sobre la calidad del aire en el poniente de Ciudad Juárez y se lleva a cabo en el Centro Comunitario Don Bosco, con estudiantes de preparatoria, en una dinámica de cuatro talleres de participación, actividades e información.
La maestra Jazmín Hernández, adscrita al Departamento de Ingeniería Civil y Ambiental, compartió que el proyecto tiene tres objetivos: el monitoreo de la calidad del aire, la visualización para transmitir a los alumnos la información necesaria para que puedan tomar decisiones en términos ambientales y campañas de socialización para empoderar a los estudiantes con información.
“Este proyecto se desarrolló con la idea de generar líderes. Estos chicos están recibiendo la información para que ellos la puedan transmitir a sus familias, amigos y conocidos, para que esto se multiplique, porque bien sabemos que no podemos llegar a todos en particular, pero es un buen ejemplo”, compartió la ponente.
Mario Vázquez, ingeniero químico ambientalista y parte del Centro de Ciencias Atmosféricas y Tecnologías Verdes, habló de su perspectiva al cierre de este cuarto taller, donde se realizó un resumen de los conceptos de contaminación hasta la justicia ambiental, pero que no solo son prácticas y entrenamientos.
El Oratorio cuenta desde junio de 2022 con un equipo de monitoreo instalado, que permite tener una tendencia de la contaminación, ozono y material particular en tiempo real.
“Uno de los problemas locales que tenemos es la deserción y estos muchachos están a punto de terminar la preparatoria, y queremos interesarlos también en temas de ingeniería, científicos y demás”, compartió el ingeniero.
Por su parte, Mariana Abarca Carrillo, estudiante del 5.º semestre de la carrera de Ingeniería Ambiental y facilitadora de este taller de conciencia para jóvenes, explica a los alumnos e integra sus cuestionarios para evaluar su aprendizaje.
Contenta de la respuesta ahora habla de su experiencia. “Muchos no sabían al principio del tema. La parte más importante es hacer que les interese; por eso las actividades grupales, para que ellos se puedan involucrar más. Me da gusto ver que les dé curiosidad los temas y pregunten, porque así puedo encaminarlos a encontrar una respuesta”.
Los esfuerzos confluyen para lograr el objetivo: una mejor y consciente sociedad. A manera de cierre la maestra Hernández compartió que “la Universidad es una Institución educativa que debe participar; tenemos un compromiso con la sociedad y aquí lo estamos atendiendo”.
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