El 12 de abril se dio a conocer el fallecimiento del arquitecto Carlos González Lobo, profesor emérito de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quien en Ciudad Juárez participó en los diseños de algunas etapas de Tierra Nueva y en la iglesia del Pinole, entre otras obras.
“Un experto en trabajar en contextos complejos, en espacios donde la arquitectura normal no cabe, donde hay que reinventarnos para generar cuestiones creativas, más inteligentes y contextuales”, así se expresó Héctor Rivero Peña, profesor investigador de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ), sobre Carlos González Lobo, al inaugurarse el año pasado la novena Cátedra del distinguido docente de la UNAM.
Rivero Peña, coordinador del Programa de Maestría en Arquitectura de la UACJ y propulsor en instaurar la Cátedra en el Instituto de Arquitectura, Diseño y Arte (IADA), señaló que la misma se abrió desde 2012 con la intención de llevar, sobre la mesa, propuestas a las preocupaciones de González Lobo.
La ocasión significó un reencuentro del catedrático con esta casa de estudios en la que dijo sentirse muy agradecido y donde expresó, refiriéndose a la UACJ: “Creo que ya me reconoce como medio hijo, algo soy de la UACJ, me publicaron un hermoso libro”.
El autor se refirió a la obra Tomo I: Historia del proyecto en la arquitectura mexicana. Tomo II: Apuntes de una teoría del proyecto arquitectónico. Tomo III: Un ensayo en la primavera. De germinal a fructidor.
Laura Elena Ochoa, también presente en la inauguración de la más reciente edición de la Cátedra, calificó a González Lobo como un personaje muy agudo en sus comentarios, pero acertado.
“Yo creo que, nosotras que fuimos sus alumnos, nos daba sus buenos regaños, pero siempre con el afán de que fuéramos más conscientes, más críticos y empáticos (…) varios de nosotros nos educamos con él en la arquitectura, fue nuestro maestro y amigo. Primero lo conocimos por su calidad humana y empatía”.
Fue durante la apertura de la novena Cátedra, que por la contingencia se desarrolló de manera virtual, donde Laura Ochoa expresó las palabras anteriores a González Lobo en vida.
Aunque en 2019 ya se informaba de sus problemas de salud, en 2020 el formato a distancia le permitió, a sus ochenta años, encabezar el evento y participar de manera activa con la conferencia magistral “Y después de la tormenta” y una segunda plática titulada “Vivienda de bordes, aislamiento-desplazamiento”.
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