Los refugios para personas en desplazamiento y refugiados es el tema que abordó en conferencia magistral Andrew Herscher en su participación en el coloquio “Investigación y Arquitectura en Contextos de Emergencia”, el pasado 25 de marzo.
Se centró en la preocupación de millones de refugiados y desplazados que cruzan por territorios y ciudades; su reflexión se ubicó en la intersección entre el diseño y el humanitarismo para indagar las paradojas de las prácticas de diseño que insisten en servir, pero no cuestionan el orden político.
Expuso la unidad de vivienda móvil propuesta por la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), que se exhibió en 2016 en el Museo Moderno de Nueva York.
Para el conferencista, la vivienda para los refugiados representa un bien cultural y apoya una diversidad de requisitos funcionales, siendo un multiplicador económico importante.
Dentro de la vasta literatura que expuso al respecto, del libro A home away from home (BetterShelter.com) destacó que los mejores refugios satisfacen las necesidades básicas de la vida, de privacidad y de seguridad.
Representan una base que ofrece una sensación de paz, identidad y dignidad, y aunque puede ser humilde, el estar en un lugar, incluso el más vulnerable, la gente le puede llamar hogar, aun cuando se encuentre lejos de casa.
De otros textos destacó que dado que la vivienda temporal rara vez, o nunca, se reemplaza por una permanente, los grupos de asistencia deberían, siempre que sea posible, pasar por alto esta opción y pasar directamente a la asistencia en la vivienda permanente.
En esta segunda y última jornada del congreso académico de la UACJ, y de la Universidad de Colima, se expusieron estudios para la mesa de trabajo “Posturas críticas sobre dinámicas urbanas”.
Se abordó lo referente a miradas diversas en torno a las crisis en ciudades y los nuevos escenarios que aparecieron con la pandemia.
Por la UACJ, Leticia Peña Barrera y Luis Herrera Terrazas expusieron el trabajo “Vivienda, espacialidad y ambientes confinados por la COVID-19 en Ciudad Juárez, Chihuahua, y Delicias”.
Documentaron el estudio con entrevistas y fotografías que proporcionaron sobre sus hogares estudiantes de la materia de Taller de Arquitectura III.
Llegaron a las conclusiones de que el espacio personalizado y la vivienda familiar han sido trastocados; los espacios comunes, invadidos con actividades escolares y que el trabajo en casa ha generado situaciones de conflicto y malestar.
Mencionaron que los espacios en la vivienda, se formalizan por cada género de manera distinta.
En el caso de las mujeres, para realizar el trabajo en casa ocupan la recámara, sala y comedor, mientras que los hombres aprovechan más los espacios privados, como recámaras y oficina, y ambos utilizan de manera proporcional el estudio y la cocina.
Con conclusiones semejantes, los docentes Carlos Esparza López y María Molar, de la Universidad de Colima, desarrollaron el tema “Adaptación del hábitat en momentos de pandemia, caso Colima”.
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