Durante dos semanas, la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ) tuvo el gusto de convivir y aprender de una investigadora proveniente de la Universida de Federal dos Vales do Jequitinhonha e Mucuri, de Brasil.
Se trata de la doctora Mírian da Silva Costa Pereira, quien dijo sentirse muy entusiasmada por conocer las instalaciones y los campus, y compartir ideas con la comunidad académica de esta casa de estudios.
La visita de la doctora Da Silva formó parte del Programa de Intercambio de Estudiantes Brasil-México (Bramex), que promueve la movilidad entre las instituciones vinculadas a la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) y al Grupo Coimbra de Universidades Brasileñas (GCUB), del cual la UACJ es miembro.
Al cuestionarle por qué eligió esta Universidad para realizar su estancia, contestó que durante su búsqueda Bramex arrojó tres universidades: una en Guerrero, otra en Guadalajara y la UACJ.
“Todas eran universidades muy buenas, para mí no había diferencia entre una y otra, pero me llamó la atención el clima desértico. Pensé en cómo las personas viven en un clima desértico, ¡deben ser guerreras!, porque en Brasil es muy diferente”.
La Universidade Federal dos Vales do Jequitinhonha e Mucuri está situada en Unaí, una población de poco más de 83 mil habitantes y a unos 164 kilómetros de Brasilia, capital de Brasil.
La catedrática imparte materias de química para los programas de Agronomía, Medicina Veterinaria, Ingeniería Agrícola, Ambiental y Zootecnia.
Entre sus líneas de investigación destaca la calidad del agua.
“Brasil es muy grande, entonces es muy diferente el tratamiento del agua. En mi ciudad, por ejemplo, el tratamiento del agua es un referente nacional, mientras que en otras partes el agua está muy salinizada, lo que representa un problema”.
Pese a esto último sostiene que en Brasil los locales evitan comprar agua para el consumo humano.
“Eso me sorprendió mucho de aquí de la frontera; vi que la mayoría de las personas compran agua para beber”.
En su país es obligatorio comprar un filtro adaptable al grifo, para hacer bebible el vital líquido.
Al preguntarle si ya conocía México cuenta que hace tiempo viajó a Cancún como turista, lo que la llevó a convivir y conocer un poco más a los mexicanos y a encontrar esas similitudes con los brasileños, a quienes describe como bondadosos, serviciales y muy buenos anfitriones.
“Siento que por ser frontera las personas conviven en armonía. Estoy muy contenta de estar aquí. También ya vi que la gastronomía es muy diferente a la de Brasil y eso me emociona bastante”.
¿Qué expectativas tiene de su paso por esta Institución formativa?
“Tenemos algunas similitudes en el área de investigación, de enseñanza, así que voy a conocer los laboratorios, pero también la parte social y cultural. Pretendo aprender de ustedes y compartir lo que nosotros hacemos y pensamos en Brasil. Además, quiero averiguar lo que se hace aquí en relación con la calidad del agua, que es mi tema de estudio; para eso quiero conversar con los profesores e intercambiar ideas, proyectos y, en un futuro, desarrollar un trabajo en conjunto”.
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