Por Alma López
La Maestría en Psicoterapia Humanista y Educación para la Paz (MPHEP), por medio de sus generaciones XIV y XV, llevó a cabo su 2.° Coloquio denominado Los retos de la práctica psicoterapéutica humanista y educación para la paz.
Un espacio desarrollado en el Centro Cultural de las Fronteras (CCF) donde estudiantes, maestros y especialistas de organizaciones civiles, instituciones y gobierno logran reunirse para abordar esfuerzos, actividades de retribución social y coordinación.
La Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ) creó la Maestría en Psicoterapia Humanista y Educación para la Paz hace más de 10 años con el objetivo de atender una necesidad comunitaria, un posgrado que pudiera atender las necesidades psicológicas, de atención y prevención en esta frontera.
Este Coloquio es una muestra de la importancia de capacitar a públicos involucrados en la resolución de conflictos en el contexto humano, pacífico y social y, con ello, hoy se logra generar proyecciones, hacer difusión de trabajos e integrar a las organizaciones de la sociedad civil, instituciones de gobierno y a la UACJ.
La doctora Nancy Alejandra Amador Esparza, coordinadora del Programa de Maestría en Psicoterapia Humanista y Educación para la Paz, expresó el interés que se tiene en sacar el conocimiento de las aulas para entregarlo a la sociedad.
“El Coloquio nació con la intención de crear espacios donde se pueda llegar a acuerdos con las organizaciones participantes; crear convenios de vinculación, trabajar de forma bidireccional, capacitando a estudiantes de forma práctica y los estudiantes entregar sus prácticas profesionales a la comunidad”, compartió la coordinadora de la maestría.
Durante la primera intervención se realizaron mesas simultáneas con temáticas de educación para la paz, adicciones, autocuidado y salud mental, y habilidades socioemocionales.
En la segunda parte se llevaron a cabo dos talleres prácticos (Arte terapia y Prevención grupal), además de continuidad con mesas de trabajo.
Como cierre, se presentaron compromisos y acuerdos, donde se identificaron los retos a los que se enfrentan las asociaciones; los ponentes plantearon necesidades y los participantes generaron aportaciones. El objetivo fue rescatar las experiencias de las instituciones y como Universidad encontrar cómo aportar en conocimiento y diseño teórico de intervención.
“Vincularnos con las organizaciones de la sociedad civil, tener más presencia en nuestra comunidad, actuar en aquellos lugares donde están las problemáticas sociales y ver cómo aportamos como Universidad y como academia”, concluyó la doctora Amador Esparza.
249 vistas, 1 hoy