ICB fortalece la enseñanza y el servicio a la comunidad

El instituto retornó a la actividad presencial en las aulas, clínicas y centros de rehabilitación

La actividad académica y el apoyo a la sociedad, se ha ido normalizando a lo que conocía y ofrecía la población del Instituto de Ciencias Biomédicas (ICB) antes de la contingencia sanitaria. Ahora, con la disminución de las medidas de higiene y el regreso total a las aulas, clínicas y laboratorios, ha sido posible reactivar no solamente las clases, sino también los servicios de salud que este campus ofrece a la comunidad.

Al cumplir un año más al frente del ICB, el doctor Salvador Nava Martínez destacó en entrevista el aspecto académico, las mejoras en infraestructura y la reactivación e incremento del servicio de las clínicas que distinguen a este instituto, de las que sobresalen las Odontológicas, la de Nutrición, el Centro de Rehabilitación y el Hospital Veterinario.

“Se han ido retomando las actividades académicas en los hospitales, que también se llegaron a suspender por el bienestar de nuestros universitarios”, indicó el doctor Nava.

También, de manera asidua, han ido reactivándose las Brigadas Odontológicas como parte del apoyo que se ofrece a asociaciones civiles o asilos, en donde los estudiantes de licenciatura desarrollan su formación integral y aportan su granito de arena en beneficio de grupos vulnerables.

Ante la necesidad por los servicios que ofrece el instituto, principalmente en la salud bucal, las clínicas del ICB han incrementado sus horarios de servicio como respuesta a la demanda de la comunidad por tener esta atención.

“A partir de este semestre decidimos ofrecer el servicio odontológico prácticamente durante todo el día, de 8:00 a. m. a 8:00 p. m., con lo cual también se favorece a los estudiantes para que puedan tener acceso a estas prácticas”, señaló el director del ICB.

La Clínica de Nutrición y el Centro de Rehabilitación también han retomado su actividad presencial; por su parte, el Hospital Veterinario de la UACJ, que incluso durante la pandemia se mantuvo activo, ha ido regularizando su servicio.

En el aspecto académico, el ICB continúa con la visión de fortalecer la calidad de los 26 programas que se ofrecen en el área de Ciencias Biomédicas, de los cuales 12 son licenciaturas y 14 posgrados o especialidades, con el único fin de favorecer la enseñanza profesional de los 7902 alumnos con los que cuenta este instituto (cifra en la que se incluyen las tres divisiones multidisciplinarias), así como a las futuras generaciones de universitarios que elegirán esta casa de estudios para llevar a cabo su formación educativa.

Como parte de este trabajo de mejora en la educación, los programas de Médico Cirujano, Biología y Químico Farmacéutico Biólogo están en proceso de ser reacreditados como carreras de calidad académica. Actualmente, se está en espera del dictamen de evaluación de estas tres licenciaturas por organismos acreditadores de alto prestigio en el país.

En este mismo camino, también se ha trabajado en el rediseño curricular de programas para actualizar los planes de estudio a las novedades que hay en el aspecto de la salud; se ha incrementado la oferta educativa al incluir 2 especialidades para el Programa de Enfermería, llamadas Salud Mental y Urgencias; y, además, se han ofrecido diplomados y cursos para la educación continua, en los que han participado tanto estudiantes como egresados.

La infraestructura del ICB también ha mostrado un avance positivo para su población universitaria, como el acceso principal al instituto ubicado en el anillo envolvente del Pronaf. “Es un acceso en donde se hizo una completa remodelación, ya que se creó un espacio para espera e ingreso de los estudiantes. En esta obra es importante resaltar la construcción de dos pozos de absorción”, con lo que se dio solución a un problema de encharcamiento que siempre se generaba cuando llegaba la temporada de lluvias, indicó el director del instituto.

“También contamos con la Plaza de Convivencia que se construyó dentro del instituto, con el fin de que los estudiantes tengan un lugar para estar en el exterior; este lugar está habilitado con conexiones de tomas eléctricas, sombra y bancas para mayor comodidad”.

En la reflexión del doctor Nava, tras el regreso a las aulas, señaló que ha sido un reto volver a la vida académica presencial, pero también es una oportunidad para aprovechar todas las herramientas tecnológicas que tuvimos que adquirir para fortalecer aún más la enseñanza ahora que está tomando nuevamente su rumbo.

“Pedimos a los maestros que buscaran otras formas de dar clases para apoyar a los estudiantes que vienen de una enseñanza virtual, quienes en casi tres años han estudiado desde su casa, pero al regresar a las aulas la situación es distinta, y además el cambio de nivel y de exigencia en la Universidad puede llegar a resultar difícil para ellos. Por eso les hemos pedido a los maestros que también les ofrezcan a los alumnos el acompañamiento en su bienestar emocional, porque ha sido una transición muy fuerte, de lo virtual a lo presencial, nuevamente”.

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