En la conferencia “La diáspora mexicana hacia América del Norte”, el director fundador de Consejo Migrante, Carlos Rojas Salazar, afirmó que los migrantes mexicanos son mucho más que las remesas y que el gobierno mexicano debería de invertir en ellos para aprovechar su presencia en otros países, creando una dependencia del migrante y, al mismo tiempo, ayudarlos a protegerse contra el racismo y la discriminación.
En una conferencia virtual, organizada por el Programa de Sociología de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ), el maestro Rojas Salazar abordó el tema de la migración de mexicanas y mexicanos hacia Estados Unidos y Canadá desde diferentes puntos de vista.
Se refirió a las situaciones desfavorables que enfrentan los migrantes en estos países de América del Norte, tanto en lo laboral como en las condiciones de atención a la salud y la vivienda.
En el caso específico de Canadá, desde donde ofreció la plática, dijo que ser migrante indocumentado en ese país es mucho más difícil que en Estados Unidos, y puso, por ejemplo, los servicios médicos, cuyo acceso es casi imposible para esas personas, ya que su precio es más alto a los que se tienen en el mercado, porque no existe un tabulador.
Carlos Rojas Salazar, director fundador de Consejo Migrante, ha trabajado desde 1999 en el ámbito de la migración y presentó los objetivos de esta iniciativa ciudadana para empoderar a las y los migrantes y mejorar sus condiciones de vida.
Indicó que actualmente hay en Estados Unidos 40 millones de mexicanos, mientras que en Canadá son 130 mil, aproximadamente, concentrados principalmente en ciudades como Vancouver, Toronto y Montreal, pero cada vez es mayor el número de personas que llegan a ese país.
Consideró que los migrantes mexicanos son una primera trinchera de defensa del país y son también una suerte de colonizadores que aportan ideas para el desarrollo, así como nuevas formas de ser y hacer nuevas técnicas, ya que se tienen expertos en diferentes áreas del conocimiento, el comercio, la industria, y son mucho más que las remesas.
Indicó que el tratado comercial con Estados Unidos y Canadá es muy importante para los migrantes, pero podría hacer más por los migrantes para mejorar sus condiciones en los países en que se encuentran.
Mencionó el caso de los trabajadores del campo que tienen el gran problema de la prohibición de cambiar de patrón, lo cual genera una condición de una casi esclavitud, en la que se alquilan a un solo patrón y dependen de esta persona para poder cambiar. Dijo que respecto a esta situación, se ha avanzado mucho en Canadá, pero aún falta mucho por hacer.
Indicó que todavía, en el caso de los trabajadores del campo, se enfrentan a condiciones verdaderamente miserables, en las que trabajan hasta 16 horas al día, 6 días a la semana y hacinados en habitaciones en donde solo tienen oportunidad de calentar agua para hacer una sopa instantánea.
Informó que hay en Canadá muchas organizaciones que han estado trabajando y han logrado que el tema de la regularización de los trabajadores migrantes sea recibido por la Oficina del Primer Ministro, Justin Trudeau.
Mencionó que se ha programado que el primero de septiembre, se presente una iniciativa de regulación para sacar de las tinieblas el tema de los migrantes indocumentados para que puedan mejorar sus condiciones de vida.
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