“Yo débil” y “Yo fuerte” son los términos que utilizó el psicólogo César Barrón para explicar por qué la autoestima, esa percepción de cuidarse, quererse, amarse y atenderse así mismo, en ocasiones provoca que las personas sean incapaces de amarse tal y como son y, a su vez, de amar sinceramente a los demás.
En la conferencia, Barrón explicó que, desde la postura del psicoanálisis, autoestima es entendida como Yo fuerte y Yo débil, y comienza a formarse, e inclinarse por una de las dos opciones desde la gestación, ya que la madre puede transmitirle al embrión pensamientos positivos o negativos respecto a si era planeado o deseado su nacimiento, o no.
Dependiendo de cómo sea el embarazo, las circunstancias de su nacimiento, si era planeado o deseado, el Yo se irá fortaleciendo o debilitándose, explicó el licenciado en Psicología.
“El primer amor que conocemos es el de nuestros padres, que nos puede llegar en abundancia o reducido. Y así como es el amor que se me dé, será el tipo de amor que voy a darme y a dar. Muchas veces, se cree que el amor se da de afuera hacia adentro, y esperamos, y buscamos, ser queridos, pero nunca trabajamos por querernos a nosotros mismos, no concebimos que el amor nace primero de nosotros”, comentó Barrón.
Además, indicó que el ambiente familiar en el que se desarrolla una persona en sus primeros años de vida influirá mucho en la manera en la que se forjará su autoestima.
Las características de un Yo débil (con baja autoestima) es la timidez, la incapacidad de tomar decisiones importantes, el miedo a quedarse solo, la dependencia y en ocasiones la agresividad. “Detectamos ahí a un Yo débil que se defiende porque sabe que es débil”, aseguró el conferencista.
Por otra parte, un Yo fuerte se caracteriza por ser capaz de tomar decisiones sin temor a equivocarse, de enfrentar las situaciones que se presenten con madurez y, además, tienen independencia emocional.
“Yo puedo querer a una persona, amar a mis padres y seres queridos, pero tengo una independencia emocional, metas y propósitos por cumplir, porque me amo y amo a los demás, y sé que si algún día me llegan a faltar, mi amor por ellos va a seguir, al igual que mis planes”.
Permitirse fallar, no dejar de intentar, aprender, evitar los pensamientos mágicos, consentirse, recibir bien el fracaso, ser tolerante consigo mismo y “apapacharse”, fueron algunos de los tips que Barrón recomendó en su plática para ir fortaleciendo el Yo.
Esta conferencia se realizó a través de la plataforma Teams, y formó parte del ciclo de actividades del Programa de Desarrollo Integral de la UACJ.
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