Con la participación de investigadores de la Universidad Autónoma de Yucatán, del Instituto Nacional de Geriatría y de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, se llevó a cabo el 4.º Simposio de Nutrición, que tuvo como tema central la atención transdisciplinar en la nutrición de las personas mayores.
El evento académico tuvo como marco la celebración del Día del Nutriólogo, que en México se celebra cada 27 de enero, desde 1975.
El maestro en ciencias, Luis Ricardo González Franco, investigador de la Universidad Autónoma de Yucatán, inició el ciclo de conferencias con el tema Riesgos nutricionales y alimentación del adulto mayor con demencia en sus diferentes etapas.
En su plática, presentó una diapositiva del World Alzheimer Report, que estimaba que en 2015 había en México poco más de 800 000 personas con demencia, de las cuales el 64 % eran mujeres (ya que tienen una vida más larga) y que se esperaba que para 2030, el número de personas con demencia aumente a más de 1.5 millones.
El doctor González Franco dijo que Chihuahua se encuentra entre los tres primeros estados con mayor incidencia de personas con Alzheimer, con 7.3 por cada 100 000 habitantes, y solo superado por Nayarit con 9 casos por cada 100 000 habitantes, y Colima con 16 enfermos por cada 100 000 habitantes.
En la conferencia, el doctor se refirió a los cambios conductuales del paciente con Alzheimer que se deben tener en cuenta en relación con la alimentación; la atención para prevenir efectos negativos como la pérdida involuntaria de peso; los tipos de dieta para mejorar su rendimiento (Mediterráneo, DASH y MIND); los alimentos que se deben evitar y los cuidados para evitar la deshidratación.
En el simposio participó, por parte de la UACJ, la doctora Nina del Rocío Martínez Ruiz con el tema Fuentes no convencionales de alimentos para nutrición y salud: el caso del árbol Ramón.
La doctora presentó los resultados de un estudio que se realizó sobre el impacto en la salud de personas mayores de tres asilos de la ciudad, quienes en su dieta incluyeron un pan (muffin) y una bebida que fueron elaborados con harina de la semilla del árbol Ramón.
Los resultados del estudio arrojaron, en lo que se refiere a nutrición, que hubo un incremento en el consumo de energía, proteínas, fibra, hierro, zinc, cobre y potasio; un menor consumo de colesterol y un aumento ligero del peso corporal y preservación de las reservas de energía y del tejido muscular. Además, se vio un incremento del balance nitrogenado en la sangre que indicaba recuperación nutricional, y la preservación de la fuerza muscular.
En lo que toca a la salud cardiovascular, se mantuvo la glucosa; hubo incremento en la urea y balance del ureico de nitrógeno; se mantuvo el colesterol bueno y hubo una disminución del colesterol malo.
Otro resultado del estudio fue que los alimentos elaborados con la harina de la semilla del árbol Ramón contribuyen a la prevención de enfermedades por daño oxidativo.
En el simposio, la doctora María Fernanda Carrillo Vega, del Instituto Nacional de Geriatría, ofreció la conferencia “Una mirada a la nutrición desde la Gerociencia”, quien mencionó que el envejecimiento es un factor modificable. A diferencia de la edad cronológica, aseguró que la edad fisiológica es manipulable y que lo que se trata es de lograr un alargamiento de la esperanza de vida con calidad, salud física y mental, y funcionalidad.
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