“El acoso laboral, o mobbing, es un delito”, dijo la maestra Miriam Azucena de la Rosa durante la conferencia Compliance para prevenir el acoso laboral, que impartió en la Novena Semana del ICSA, al que consideró un problema complejo, pero que es una situación que está muy normalizada.
En la Novena Semana del ICSA, que se desarrolla en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ), la maestra De la Rosa dio a conocer a los alumnos las diferentes fases del mobbing, las características del acosador y las de la víctima, hizo las recomendaciones para denunciarlo y, además, señaló en qué consiste el compliance.
La conferencia quedó en el marco de las actividades organizadas por el Departamento de Ciencias Administrativas de la Universidad para esta Semana del ICSA.
En lo que se refiere a las fases del mobbing mencionó cuándo el acoso es cotidiano, cuándo hay insultos y se hace de manera reiterada, cuándo la administración de la empresa minimiza y normaliza estas acciones, y cuándo se da la expulsión, es decir, cuándo la víctima es obligada a salir del centro laboral.
Indicó que frecuentemente el acosador actúa por envidia hacia el compañero de trabajo, pero también hay casos en los que tiene una mentalidad perversa que busca hacerle daño al acosado.
Por otra parte, el acosado o víctima del mobbing puede tratarse de una persona tímida o que destaca en el trabajo, que respeta las normas internas de la empresa y es institucional, lo que despierta sentimientos negativos en el acosador.
El mobbing puede presentarse de un superior jerárquico hacia un subordinado, entre compañeros o como una combinación entre los dos anteriores.
La maestra De la Rosa indicó que el compliance es un sistema de cumplimiento normativo, el cual, a través de políticas, procedimientos, protocolos, contenidos razonables y dentro del marco legal, funge para prevenir, detectar y gestionar conductas ilícitas hasta lograr una cultura de cumplimiento organizacional.
En la conferencia, la maestra De la Rosa dijo que la empresa debe ofrecer las condiciones para denunciar los casos de acoso, ya sea colocando buzones en lugares de fácil acceso o instalar una línea telefónica para estas denuncias.
La víctima del acoso debe reunir las evidencias para probar su denuncia, ya sea proporcionando los correos o mensajes en los que se manifiesta el acoso o con el apoyo de testigos.
La empresa, a través del área de Recursos Humanos, debe atender estas denuncias, y de no hacerlo la víctima puede recurrir a instancias como la Secretaría del Trabajo y Previsión Social para denunciar los hechos.
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